lunes, 23 de agosto de 2010

Pasó el evento, quedan las reflexiones




Pasó el evento queda la emoción, la alegría; en fin, queda la felicidad de lo sucedido. A la par de la finalización, nace la reflexión, la introspección, el análisis y la autocrítica. Sabia compañera si es bien usada, la reflexión permite sacar el jugo a las situaciones vividas. Y en el análisis, me encuentro reflexionando sobre la cobertura mediática del evento (siendo yo parte del rubro periodístico, es una costumbre en mi) y veo deficiencias.

Encuentro poco y nada, o mejor dicho, nada. ¿Por qué nada? Porque la simple repetición de una gacetilla de prensa como difusión informa en sí, pero no construye, no transmite ni edifica.

El evento por los festejos del cumpleaños de Quequén, no fue simplemente una concreción de actividades, espectáculos y atractivos varios. Decir eso es justamente ser simplista, es informar pero no comunicar. Es dar la noticia sin construir. Y encima de todo, no cubrir el evento (que fue el más multitudinario del fin de semana, sin contar el día del niño que organizó el PJ, que cuenta con los recursos para lograrlo y que sí tuvo difusión) es ignorar lo que sucede en el pago propio.

En la realidad que vivimos los argentinos, ya no solo hablando de Quequén, encontrar una construcción ciudadana de un evento sin fines de lucro, en el que participaron distintos actores sociales sin imposiciones partidaria ni estatales, pero si con la interacción con entidades privadas, públicas y estatales, es digno de ser destacado.

Ignorar este fenómeno particular que se dio en esta ocasión a la hora de informar, no construye, no trasmite al resto de la gente la idea que es posible que personas comunes y corrientes se junten y logren hechos extraordinarios; en fin, no edifica.

Los periodistas tenemos herramientas para construir y ser parte de la sociedad. Y son justamente las noticias y la construcción que de ellas hacemos el instrumento con el que contribuimos con nuestro granito de arena al hecho de poder tener un barrio, un pueblo, una ciudad, una sociedad mejor.

En este caso compañeros colegas, lamentablemente, hemos fallado.

Oscar Scioscia, periodista y locutor nacional

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