miércoles, 2 de diciembre de 2009
Entrevista a Abel Dominguez
Cuando pensamos trabajar en la creación de un archivo histórico biográfico, el objetivo o la fundamentación de la existencia del mismo era tratar fortalecer la identidad de este pueblo y crear un sentido de pertenencia por este lugar que tanto queremos y defendemos con tanta pasión. Fue por esto que el día 28 de octubre comenzamos, con la idea de explorar las historias de las personas que habitan nuestro querido Quequén, esas historias olvidadas, y que deseamos, salgan a la luz para que sea conocidas todos los quequenenses. Como punto de partida de una serie de entrevistas, concertamos la primera con el señor Abel Domínguez. En la misma, Abel nos contó sus vivencias y su sentimiento por este pueblo, su vida dedicada al trabajo (trabajo en una panadería y también como Secretario de Juez de Paz, en el Ministerio de Obras Publicas y según nos comento, fue el más importante y fue el trabajo en el que más perduro en el tiempo). Su vinculación y participación directa con instituciones que hacen a la vida social de Quequén (cabe destacar que Abel tramitó la personería jurídica del Club Ministerio, Defensores de Puerto Quequén, y del Centro de Jubilados de Quequén).
En este breve resumen compartiremos algunos aspectos salientes de la extensa charla que tuvimos con Abel “Cucho” Domínguez y su señora Maria Teresa Teruggi.
“Yo vine en el año 23 a Quequén cuando tenía un año, con mi madre que tenia 9 críos. Tuvo que dejar el campo cuando murió mi padre, que dicho sea de paso, no lo conocí. Vino al pueblo con 9 chicos donde no había nada y de ahí los fue desparramando, uno por allá, otro por acá…yo por ejemplo empecé a trabajar a los 12 años, 13. En ese tiempo era distinto, no como ahora.”
“La primera panadería, que se llamaba Ruiz, era la que trabaje yo”… (Hoy calle 560 entre 523 y 525)
“Desde La Loma de Gil hasta el hospital era todo de Gil, ahí sembraba avena”…
“Iba a la escuela nº 2 (hoy 25), la maestra nos daba clase sábado y domingo para que fuéramos a trabajar” (nombra a una docente, Maria Luisa Pereyra)
“Aproximadamente en el año 36 se quería crear un peaje de Necochea a Quequén, así por decir caro, para que Quequén no fuera limitada comercialmente solo, porque estaba Necochea, no había colectivo, pero no llegaron hacerlo porque aca estaban los panaderos, lecheros, carniceros”
“Lobería te mandaba cada fin de año los recibos de impuestos (te cobraba una sola vez) yo tenia un slogan que decía “Lobería no nos da nada y no nos cobra nada, Necochea no nos da nada y nos cobra mucho.” “Después en la playa estaba la escuelita de monjas” (comenta Maria Teresa Teruggi, esposa de Abel) “estaba sobre la arena al lado de la Rambla.”
“Donde estaba la Universidad había un puente de arena, después los primeros concesionarios de arena fueron los de Chiarle y los de Rios, acá se terminó la explotación de la arena y de canto rodado, era una mina de oro eso”
“Cuando Ministerio compra ese local había que hacer la personería jurídica, que se la hice yo, trato de hacer la posesión de la cancha de de fútbol, cuando voy a la municipalidad me encuentro que el mismo dueño tenia 14 lotes (Artola).”
“Se hacían carnet para manejar carros, el otro día lo saque para mostrarlo porque no me querían creer, había que ir a Loberia para hacerlo.”
“Había que saber como atar un caballo, un carro, había unos carros con capotas.”
“El cine del hermano del rengo Melluzo, todavía debe estar la casilla aca en la esquina 521 y 560. Funcionó el teatro, el principal era Ambrosio Martin, el era el director, y las obras se hacían con las chicas y chicos de aca. Se llamaba Club Independiente, ahí se hacían los bailes. En esa esquina también funciono el Club Defensores y el Club Ministerio, era como el Centro Cultural”.
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